lunes, 6 de febrero de 2012

La escuela de felicidad

    
Muchos compañeros se quejan de que les duele todo, que si pudieran se saltarían la Navidad y yo añado, con pértiga.
      Claro que estamos mal, cualquier esfuerzo lo pagamos, el truco para nuestra enfermedad es dosificar las energías y estas fiestas son estresantes hasta para los sanos. Sin embargo yo os puedo jurar que aunque ahora mismo no puedo hablar de la afonía tan grande que tengo, que me duele todo, y que estoy tumbada en el sofá con una manta, no me arrepiento de a ver ido a Madrid a ver a mi hija, y solo saber que la he tenido al lado me satisface.
    No podemos cerrarnos a los pequeños esfuerzos porque nos recompensan, tenemos que aprender a disfrutar de lo pequeño, y decir, mientras dibujamos una tierna sonrisa en nuestra cara, estoy hecho polvo pero que rato tan bueno he pasado  con mi nieto, o con mi hijo o que comida tan rica me ha salido… lo importante es  saber que eres capaz de crear un momento de felicidad y disfrutar el recuerdo, ahora a recuperarnos. Me duele, si, por eso me voy a mimar y disfrutar de lo pequeño. 
      Sin embargo no es fácil quedan muchos días para reyes y seguro que tenemos que hacer todavía algunas compras, bueno, despacito, hasta donde llegues, encárgale a alguien que  sepa como estas que te compre algún regalo para otro, seguro que hay alguien dispuesto a echarte una mano, dispuesto a sentirse útil, atrévete a pedírselo, seguro que tu sabes distinguir quién, como tú, va a disfrutar de crear un pequeño momento de felicidad.
                Yo me he hecho un propósito para este año: Que el 2012 sea una escuela que nos enseñe a fabricar momentos de felicidad.
Consuelo Muñoz, presidenta de APAFIMA