miércoles, 23 de febrero de 2011

Frida Kahlos...¿pudo tener fibromialgia?


En mayor o menos medida todas/os conocemos la obra de Frida Kahlos. De hecho ella, tanto su figura como su obra, ha llegado a convertirse en un icono del movimiento feminista.
Dolor, sufrimiento, inmovilización... expresados en un sinnúmero de autorretratos se han manifestado como el sello de esta artista. "Me pinto a mí misma porque soy la persona que mejor conozco" decía....

En numerosos talleres algunas/os pacientes han relatado que la fibromialgia les ha ofrecido, entre otras muchas cosas, autoconocimiento. Pasando mucho tiempo contigo misma, la consecuencia es inevitable.

Los datos que apuntan al padecimiento de fibromialgia por parte de Frida son conjeturas, una posibilidad que parece bastante viable, aunque será imposible saber este hecho con certeza.

Os dejamos el artículo al completo, para que opinéis vosotras mismas.


FIBROMIALGIA EN LA VIDA Y EL ARTE DE FRIDA KAHLOS

Con este título de un artículo en el Artritis Rheum 1 se conjetura el posible padecimiento de una fibromialgia por la pintora mexicana Frida Kahlos. Los retratos de Frida exhiben todo, su piel, sus labios, sus ojeras, sus corsés, su desnudez, la sangre que sale de su cuerpo, etc., se plasma el dolor, el sufrimiento, la angustia vital, y la disminución de la autoestima que exhiben en su mayoría los pacientes con fibromialgia. En 1920 la enfermedad era desconocida por la Medicina. Para dar explicación a su dolor generalizado, cansancio, depresión, etc. se ofrecieron una gran variedad de diagnósticos, enfermedades como la tuberculosis o la sífilis, fueron barajadas, la sometieron a múltiples pruebas y tratamientos durante largos periodos. tanto en México como en Estados Unidos, sin mejoría. Por ello Martínez-Lavín 1 piensa que Frida Khalo padecía de fibromialgia postraumática.


Setenta años después se establecieron las bases para el diagnóstico de la fibromialgia 2. El dolor crónico, generalizado que padeció Frida a raíz de un accidente, la escasa eficacia de los tratamientos, el cansancio ante mínimas actividades, las alteraciones del sueño, su sufrimiento psíquico por sus circunstancias personales, y como plasmó su dolor en sus telas, refuerzan esta impresión diagnóstica. En pinturas como “el cervatillo”” se esquematiza la localización del dolor mediante flechas y clavos con una distribución anatómica cercana a los criterios diagnósticos de la fibromialgia. O en su cuadro: la columna rota, se refleja el dolor en su cuerpo abierto, la columna resquebrajada, sus caderas se envuelven en una tela blanca al igual que en el sufrimiento cristiano de la Cruz de Jesucristo, una mirada fija y digna en donde se asoman unas lágrimas, pero sus rasgos faciales se niegan a llorar. Una inmensa y yerma llanura en el fondo traduce su sufrimiento físico y emocional.
En su trabajo como pintora se refleja sus emociones, angustias, y amor por la vida y la muerte. La mayoría de sus pinturas son autorretratos, ella dijo: “yo pinto autorretratos porque soy la persona que mejor conozco”, en ellos pinto mi propia realidad, sin el tamiz de cualquier otra consideración. Se le ha incluido entre los pintores surrealistas, al pintar sus sueños, pero Frida nunca lo fue, pintaba su propia realidad. Cuadros que remarcan su soledad, su cuerpo torturado, su visión del mundo, la tierra y la vida.

Su obra es ácida y tierna, dura como el acero y fina como el ala de una mariposa. Amable como una sonrisa y cruel como la amargura de la vida. El angustioso dolor y sufrimiento vital de muchas de las pacientes con fibromialgia, no creo haya sido mejor plasmado en una tela. Y es que, probablemente Frida Kahlo estuvo marcada por esta enfermedad, o al menos por la angustia vital, el dolor y la discapacidad que genera esta enfermedad en quien la padece.


En este artículo se hace una revisión sobre la vida y obra de Frida Khalos, al objeto de que el lect@r pueda hacerse una idea de la realidad del dolor y como se va instalando la enfermedad en ella. Con las diferencias, que el leyente habrá de salvar entre sus circunstancias personales y la de la pintora, la moraleja de la fábula de su vida, es que:
· Hoy, al igual que ayer, el paciente con fibromialgia se encuentra muchas veces sola con su dolor,
· Paradójicamente se puede averiguar que se puede aguantar más de lo que se cree.
· Y que lo más importante, a pesar de su sufrimiento, días amargos, dolor, e impedimento Frida fue una mujer llena de vida, ejemplo de fortaleza y perseverancia a seguir por quienes padecen de fibromialgia y fátiga crónica. Después de conocer la vida y obra de Frida Khalo, se recuperan las energías pérdidas, se siente una fuerza renovada y la necesidad de afrontar lo mejor posible nuestro día a día, con un objetivo: ser feliz. Por eso, mi querida paciente, si la vida parece empeñada en hacerte desgraciad@, ten la voluntad de no serlo, busca ayuda sí es preciso, y continua trabajando y viviendo para tu recuperación.


Bibliografía
1. Martínez-Lavín M, Amigo MC, Coindreau J, Canoso J. Fibromialgia in Frida Kahlo´s life and art. Arthritis Rheum 2000 Mar, 43(3):708-9.
2. Wolfe F, Smythe HA, Yunus MB, Bennett RM, Bombardier C, Goldenberg DL et al. The American College of Rheumatology 1990 criteria for the classification of fibromialgia: report of the multicenter criteria committee. Arthritis Rheum 1990; 33: 160-72.
3. Tibol R. Frida Khalo: una vida abierta. México. Universidad Nacional Autónoma de México. 2002..
4. Poniatowska Elena. Las siete cabritas. Txalaparta S.L. Barcelona. 2001.
5. Herrera, Hayden. Frida: Una biografía de Frida Khalo. Editorial Planeta. Barcelona. 2002.
6. Le Clezio, Jean Marie G. Diego y Frida. Ediciones temas de hoy S.A. Madrid. 2002.
7. Mujica, Barbara. Mi hermana Frdida. Plaza y Janes Editores S.A..Barcelona. 2003.
8. Kettenmann, Andrea. Frida Khalo (1907-1954): Dolor y Pasión. Taschen Benedikt. Alemania. 1999.



La enfermedad y el personaje

Frida Khalos nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, México. Su madre era mexicana, su padre un judío alemán. No obstante ella se sentía orgullosa de sus raíces mexicanas y a menudo se vestía con el traje luminoso de tehuana. En 1913 sufrió un ataque de polio que le afecto la pierna derecha. En 1922 Asiste a la Escuela Preparatoria Nacional, siendo una de las 35 mujeres admitidas entre 2000 estudiantes. Conoce al famoso muralista Diego Rivera. El 17 de septiembre Khalo es gravemente herida en un accidente. Un tranvía choca contra el autobús en el que viajaba de regreso de la escuela para su casa. La barra del pasamanos le atraviesa la pelvis hasta salir por la vagina, se fractura la columna y la pelvis por tres sitios. Las heridas causadas en este accidente le hacen sufrir más de 31 operaciones durante su vida. Su convalecencia de cama en cama por las secuelas del accidente le llevó a pintar. Pintando se le pasaba el tiempo, y se convirtió en su salida emocional. Utilizaba un cabellete especial y un espejo atado al dosel de su cama. En esta época pinta su primer autorretrato (vestido de terciopelo), retrato oscuro, rígido, de estilo italiano.
En 1928 Khalo y Rivera se enamoran, aunque este es 21 años mayor que ella. Una unión que fue calificada por su madre como el casamiento entre un elefante y una paloma. Diego era gordo, barrigón, feo y mucho mayor que Frida, pero ella lo amaba y admiraba. Diego de Rivera era una persona infiel, frecuentemente tenía aventuras con otras mujeres, incluso llego a tenerla con Cristina Khalos, hermana de Frida. Esto fue causa de un estado de una fuerte depresión, ansiedad, estrés y sufrimiento de Frida. No obstante, Frida se desquito con frecuentes flirteos amorosos con otros hombres y mujeres. El más notable de sus amantes fue León Trosky, el gran revolucionario ruso, que paso temporadas en México con Frida y Diego durante su destierro. Otra de sus aventuras fue el fotógrafo Nicholas Muray durante su estancia en Nueva Cork. Entre sus amantes Ntasha Herman, a la que dedica una de sus cuadros.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Decálogo de consejos

DECÁLOGO DE CONSEJOS

Una de vuestras compañeras nos comenta literalmente "A una persona afectada de Fibromialgia, no se le puede dar un solo consejo para lograr mejorar,  pues al ser una patología multisistémica y que afecta a distintas esferas de la vida, es necesario abordarla desde muchos frentes. Así que mis consejos para estas fiestas y para el resto del año son una adaptación de los que publica la Sociedad Española de Reumatología.

Por eso, os ponemos este decálogo que ella adapta. Esperamos que os parezca igual de interesante que a nosotras.

1) Aprenda a convivir con su dolor
No hay recetas ni píldoras mágicas para la fibromialgia y el dolor crónico. Por ello, el primer paso para controlarlo es asumir que el dolor puede persistir para siempre y que, por tanto, en adelante, va a formar parte de nuestra vida. Cuando se asume el dolor, se aprende a reconocerlo y a saber lo que lo mejora o empeora, y estamos entonces en situación de buscar soluciones y de volver a disfrutar de la vida.

2) Controle sus emociones
Muchas personas con esta enfermedad desarrollan sentimientos negativos que antes no presentaban y que les hacen convertirse en una persona diferente. Los sentimientos negativos más frecuentes en las personas con fibromialgia son enfado e ira, depresión, frustración, sensación de fracaso, culpa y vergüenza. Debe aprender a controlarlos para que no se cronifiquen y se conviertan en un problema añadido. Reconozca todo lo positivo que le sucede en la vida.

3) Controle su estrés
El estrés es, básicamente, la respuesta del organismo cuando afrontamos un peligro y nos preparamos para luchar o para huir. La mejor manera de combatir este estrés perjudicial es, en primer lugar, reconociendo cuál es la causa del nuestro, y evitando las situaciones que lo favorezcan. También es útil organizar y planificar nuestras actividades diarias, y dedicar diariamente tiempo a la relajación. Esta se practica siguiendo determinadas técnicas -como la respiración profunda o la relajación muscular- que pueden aprenderse con un corto entrenamiento.

4) Evite la fatiga
Tan negativo es permanecer en inactividad, como realizar un número excesivo de tareas. No intente ser un/una perfeccionista; planee sus obligaciones, y elimine o delegue aquellas que no sean estrictamente necesarias. Intercale periodos de descanso entre los de actividad, y haga sus tareas a un ritmo que usted pueda controlar.

5) Haga ejercicio
Posiblemente es el aspecto terapéutico más importante para el tratamiento de la fibromialgia. Se debe tener en cuenta el tipo de ejercicio y la intensidad, en función del grado de afectación y  otras patologías que se puedan padecer, por ello, es aconsejable la orientación de un/a profesional; sobre todo, si además de Fibromialgia se tiene Síndrome de Fatiga Crónica.  El ejercicio no sólo mantiene en forma los músculos y pone a punto el sistema cardiovascular, sino que disminuye el dolor, favorece el sueño, mejora la sensación de fatiga y disminuye la ansiedad y la depresión. Caminar, correr, pasear en bicicleta, son ejercicios aeróbicos que pueden favorecen el control de la enfermedad. Comience a realizar el ejercicio de una forma suave y vaya progresivamente incrementando su intensidad y duración, hasta realizarlo de 20 a 40 minutos, como mínimo 3 días a la semana. Al principio es posible que su dolor se incremente, pero progresivamente irá disminuyendo.

6) Relaciónese con los demás
Todos sabemos cómo alivia nuestras preocupaciones la conversación con los amigos y compañeros. Cuente a los demás lo que le pasa y cómo no puede hacer siempre las cosas que hacía antes, pero evite que la comunicación se centre continuamente en su dolor.

7) Proteja su salud
La depresión que puede acarrear el dolor crónico determina que se abandonen los buenos hábitos de salud. El tabaco, nocivo para cualquier aspecto de la salud, es también un excitante del sistema nervioso que hace más difícil el control del dolor. Lo mismo sucede con la cafeína y el exceso de alcohol, el cual puede además interferir con la medicación. Vigile su peso, y haga ejercicio para mantenerse en forma. 

8) Use con precaución los medicamentos
Muchos de los síntomas de la fibromialgia mejoran con medicación. Los analgésicos y antinflamatorios, que tan eficaces resultan en el dolor agudo, no funcionan tan bien en el dolor crónico de la fibromialgia, aunque son útiles en muchos pacientes. Existen analgésicos más potentes, que pueden ser empleados en la fibromialgia, siempre que los recomiende un médico experto en su empleo. Otros fármacos, como los anticonvulsivantes y los antidepresivos también pueden disminuir el dolor. Existen medicamentos que pueden mejorar el sueño, los trastornos psicológicos, las molestias intestinales, etc. pero, lo más importante es que la persona que padece esta enfermedad evite el automedicarse, y se ponga en manos de un médico experto en el tratamiento del dolor crónico y en el uso de las medicaciones anteriormente mencionadas.

9) Use con precaución las medicinas alternativas
Como con frecuencia los medicamentos tienen un resultado solamente parcial, es habitual que muchos enfermos busquen soluciones en las terapias alternativas. Algunas de estas terapias mejoran el dolor y pueden favorecer el control de estrés, el yoga  la acupuntura y  masaje relajante. La medicina alternativa puede ser cara, y no está regulada por las guías médicas. Por ello, se debe recomendar al paciente que consulte siempre con su médico antes de comenzar cualquier terapia de medicina alternativa, ya que algunas pueden interferir con el tratamiento estándar o habitual. Desconfíe si le prometen curación, si le recomiendan que abandone la terapia con medicinas, o si le dicen que el tratamiento es un secreto y solo puede ser administrado por ciertos proveedores.

10) Sea constante
La paciencia es una virtud importante; conseguir resultados puede tardar algún tiempo. No lo eche todo a perder porque tenga un "día malo". Aunque haya conseguido estabilizar su enfermedad, los "días malos" inevitablemente aparecerán y debe estar preparado para afrontarlos. En esos días, salga de casa y relaciónese con los demás, mantenga sus compromisos habituales y procure dedicar más tiempo a relajarse. Mantener con regularidad los consejos que le hemos dado anteriormente es la mejor forma de seguir controlando su enfermedad.

Por último, también nos comenta: "creo importante que se integren en una Asociación de personas con Fibromialgia, la experiencia de hablar con personas que han pasado por los mismos problemas, y sobre todo, conocer la forma en que estas personas han llegado a superarlos, resulta muy útil."

Hay muchas personas que hablan y enumeran los beneficios de entrar a formar parte de una asociación, por el contrario hay otras que prefieren no hacerlo para no darle más espacio a la enfermedad en sus vidas. ¿Cómo lo veis? ¿qué os sienta mejor a vosotras?


martes, 15 de febrero de 2011

Ejercicio físico para niveles de afectación leve y media-alta

Estos son algunos de los ejercicios recomendados para cada uno de los niveles de afectación. Estas cogidas de la guía de fibromialgia editada por la Escuala de Pacientes. En ella podrás encontrar mucha más información y consejos. Puedes descargártela de manera gratuita!

Modelos de actividad

Si el nivel de afectación es leve un buen programa de actividad suele ser:

1. Caminar cuatro días por semana a ritmo rápido. Para quien tenga costumbre, también puede correr suavemente. Para mejorar la tolerancia, se aconseja hacer series de 3 minutos y parar un rato para hacer ejercicios de flexibilidad, repitiendo el tiempo de caminar entre 5 y 10 veces según se vaya notando la mejoría. Es aconsejable usar ropa cómoda y zapatillas de deporte.

"Yo me voy una hora a andar por la mañana, yo salgo a las 7:30 de mi casa, y a esa hora no hay nadie. Y estoy tan ansiosa andando, que me falta camino." (Herminia, 66 años)

También pueden hacerse 20 minutos de bicicleta estática con una resistencia suave. O nadar, procurando no pasar frío dentro del agua.

2. Ejercicios de flexibilidad. Es recomendable hacer dos ejercicios de estiramientos de piernas cada 3 minutos de caminata:
Ejercicio 1
> Posición de pie, apoyada/o sobre un objeto firme.
> Manteniendo un pierna adelantada, inclínese hacia el objeto. Luego cambie de pierna.
> Cinco repeticiones por cada lado.
Ejercicio 2
> Posición de pie, apoyada/o sobre un objeto firme.
> Flexionando la rodilla, coja el pie con la mano, luego repita alternativamente con la otra pierna.
> Cinco repeticiones por cada lado.

3. Después de caminar se pueden realizar ejercicios de flexibilidad y/o fuerza durante 15 minutos, como son:
Ejercicio 3
> De pie, con la cara interna del pie elevada y apoyada a unos 50 cm.
> Mantener la posición notando la tensión en el interior de la pierna.
> 30 segundos con cada pierna.
Ejercicio 4
> Sentada/o con las piernas abiertas lo más posible.
> Inclinarse deslinzando las manos sobre las espinillas y mantener la posición.
> 5 repeticiones de 15 segundos.
Ejercicio 5
> De rodillas adelantando una pierna flexionada apoyando las manos sobre las rodillas.
> Inclinar el cuerpo hacia delante manteniendo la posición.
> 5 repeticiones de 10 segundos.
Ejercicio 6
> Tumbada/o boca arriba y sujetando ambas rodillas cerca del cuerpo.
> Intentar acercar las rodillas al cuerpo manteniendo la posición.
> 3 repeticiones de 10 segundos.

3.2. Fuerza
Ejercicio 7
> Sentada/o con los brazos estirados hacia delante y manos juntas manteniendo pesos de 1/2 kg.
> Separa las manos hasta colocar los brazos en cruz manteniendo la posición.
> 6 repeticiones seguidas. Realizar 3 series. Descansar entre serie.
Ejercicio 8
> Tumbada/o boca arriba con los brazos estirados y juntos.
> Separar los brazos hasta tocar el suelo.
> 6 repeticiones seguidas. Realizar 3 series. Descansar entre serie.
Ejercicio 9
> De pie con los brazos a lo largo del cuerpo manteniendo un peso de 1/2 kg en cada mano.
> Flexionar las rodillas manteniendo la posición.
> 10 repeticiones de 5 segundos.
Ejercicio 10
> Sentada/o con las manos sobre los muslos.
> Elevar una pierna hasta mantenerla horizontal.
> 10 repeticiones de 10 segundos.

Si los síntomas son de intensidad media o alta, el programa de actividad física debe ser recomendado por personal especializado, así como supervisado. Es aconsejable:

1. Empezar por ejercicios suaves de flexibilidad de manos, brazos y piernas.

2. Hacer los ejercicios en días alternos, incorporando los días libres de ejercicios el hábito de caminar a ritmo de paseo (una buena técnica para aprender a caminar es hacerlo al ritmo que nos permita hablar con nuestro acompañante, sin fatigarnos).

3. Cuando mejore nuestra calidad del sueño y los medicamentos empiecen a hacer su efecto, deberemos continuar con otros ejercicios de flexibilidad y fuerza, así como aumentar el ritmo de paseo (y el tiempo del mismo). Para ello, es necesario que sean recomendados y supervisados por personal cualificado.

4. En estos niveles de afectación puede resultar beneficioso asociar las pautas de ejercicios físicos a Yoga o Tai Chi.

Algunos consejos sobre alimentación



En general, los pacientes de fibromialgia presentan un aspecto saludable -cosa que dificulta su valoración- y sólo el estudio detallado de sus músculos indicará las zonas extremadamente sensibles al tacto llamadas puntos hipersensibles. Los síntomas de la fibromialgia se parecen a los de otras enfermedades como el lupus sistémico, polimialgia reumática, miositis, polimiositis, daño neurológico ocasionado por la diabetes, enfermedades de la tiroides, tendinitis, bursitis, síndrome de agotamiento crónico y otros. Es imprescindible descartar éstas antes de una diagnosis de fibromialgia y su posterior tratamiento.

No fue hasta hace poco, en el 1992, que la Organización Mundial de la Salud OMS reconoció la fibromialgia como patología. Es por esto que hay pocos estudios científicos que estudien sus causas y tratamiento y por lo tanto, elaborar una guía dietética es verdaderamente difícil.

El cansancio y el malestar general, el dolor y la ansiedad que padece de forma crónica el enfermo de fibromialgia afecta en su totalidad a su vida cotidiana y por lo tanto, afecta también a sus hábitos alimentarios que se suelen ver alterados -pueden aparecer graves desequilibrios nutricionales y la aparición de obesidad por la falta de ejercicio físico y mal reparto de las calorías-.

Es un hecho demostrado que los hábitos alimentarios pueden estar implicados en el origen de algunas enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad, la diabetes y determinados tipos de cáncer. Por lo tanto, una alimentación equilibrada aportará la energía, las vitaminas y los minerales imprescindibles para mejorar la calidad de vida del enfermo y evitar la aparición de complicaciones por carencias o excesos.
  • Una dieta rica en vegetales, rica en potasio, cinc, silicio y selenio y pobre en grasas y proteínas de origen animal ayuda a mantener los músculos y los tendones en buen estado y pueden ayudar a disminuir la sensación de dolor.
  • Los enfermos de fibromialgia deben aportar una ingesta suficiente de calcio a través de la alimentación e incluso a través de suplementos ya que una baja concentración de este en sangre es responsable de la aparición de espasmos musculares.
  • El magnesio interviene en el proceso de la contracción muscular y su carencia provoca estremecimientos musculares y calambres además de apatía y debilidad. Es frecuente incluir en el tratamiento del enfermo el uso desuplementos de vitaminas antioxidantes como la vitamina A, C y E para combatir el estrés y reforzar el sistema inmune.

Para saber más pincha aquí

martes, 1 de febrero de 2011

La musicoterapia alivia los síntomas de la fibromialgia

Científicos de la Universidad de Granada han demostrado que la musicoterapia, unida a una serie de técnicas de relajación con imágenes guiadas, disminuye notablemente los síntomas asociados a la fibromialgia, como el dolor, la depresión, la calidad del sueño y la ansiedad, por lo que mejora la calidad de vida de estos pacientes. Un estudio experimental, pionero en toda Europa, ha puesto de manifiesto que estas dos técnicas mejoran el bienestar y el poder personal del enfermo, que tiene la posibilidad así de participar en el proceso de su propia curación.

Esta investigación se ha llevado a cabo con pacientes de fibromialgia de las provincias de Granada, Almería y Córdoba. A todos ellos se les realizó un test basal (al inicio del tratamiento), un test post-basal a las 4 semanas de intervención y un segundo test postBasal a las 8 semanas de tratamiento, coincidiendo con el final del estudio.

Más información sobre toda la noticia aquí.

(En la imagen adjunta, la investigadora principal de este trabajo, María Dolores Onieva. Contacto: María Dolores Onieva Zafra. Departamento de Enfermería de la Universidad de Granada. Correo electrónico: Lolaonieva22@yahoo.es )